La primera homilía de Juan José Omella como arzobispo de Barcelona en el día de la Madre de Dios de la Merced, copatrona de la capital catalana, ha tenido un fuerte acento político. El vacío de los nacionalistas marcó la toma de posesión del obispo hace poco menos de un año. En esta ocasión, tanto el expresidente de la Generalidad, Artur Mas, como su sustituto, Carles Puigdemont, han asistido a la celebración religiosa, en la que también estaban presentes la delegada del Gobierno en Cataluña, Llanos de Luna, y el inspector general del Ejército de Tierra y responsable de la región militar Ricardo Álvarez Espejo. En su prédica, Omella ha reclamado a políticos, empresarios, intelectuales y representantes de la sociedad civil "tender puentes" y ha asegurado que mucha gente le pregunta por la situación política y social de Cataluña. Su respuesta -apuntó- es que "hay que trabajar por el bien común y por una sociedad más libre, unida y justa" y que para conseguirlo hay que "unir fuerzas"..."Hace falta -añadió- que los que dirigen los destinos de las naciones valoren y ayuden a las familias con políticas eficaces, sociales y económicas".(LIBERTAD DIGITAL)
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