Se ha ido un genio. Don Gregorio Esteban Sánchez Fernández, alias 'Chiquito de la Calzada', el pecador, el fistro,. Las redes sociales se llenaron de lágrimas y recuerdos por parte de famosos y anónimos, de izquierdas y derechas, andaluces y catalanes, recordando al genio malagueño. Y alguien rescató un artículo que Arturo Pérez Reverte le escribió hace 20 años, cuando Chiquito comenzó a despuntar en el programa de Antena3, ‘Genio y Figura'. Es este: A Chiquito de la Calzada Se da usted cuen, don Gregorio? Toda la vida persiguiendo los garbanzos de uno en uno, rodando por tablaos de mala muerte hecho un fístro y con más agujeros en el diodeno que la ventana de un chérif. Sesenta años que se le retratan a usted en la cara, doce lustros andaluces y flamencos palma va y palma viene, con el gaznate hecho polvo por los trasnoches y el Machaquito, buscándose la vida a cuatro duros. Y ahora resulta que basta un rato en la tele para que la gente le pida autógrafos, y le den palmaditas en la espalda, y Pepita, que es una santa por haberle aguantado a usted, pecador de la pradera, treinta y seis tacos de almanaque haciendo juegos malabares con la cartilla de ahorros, ya no tiene que andar preocupándose de qué echarle al puchero. Cuánto me alegro, maestro. Sobre todo porque, como dice la copla, al arriba firmante lo que más le alegra es comer jamón serrano de pata negra y oír a un flamenco contar un chiste. Contarlo además como Dios manda, o sea, dándole a uno igual el chiste que sea, y atento a la manera, que es donde está el duende, por la gloria de mi madre; como una vez que oí a Paco Gandía, que es un monstruo, comprándole un periódico a Curro el de la Campana en la esquina de Sierpes, en Sevilla, y tuve que sentarme en la confitería para no caerme al suelo de risa. Mi mujer, que es rubia y de Huesca, dice que no le ve a usted la gracia. Pero ya sabe usted, don Gregorio, que en España los chistes según y cómo. De Despeñaperros arriba, la historia necesita gracia. De Despeña-perros abajo, el chiste nos da igual. La guasa está en quién y en cómo lo cuenta' Y cuanto más largo, mehó. Pero me desvío del tema. Lo que quería decirle es que el otro día, mientras me contaba usted el del mono que le endiña el diodeno vaginal al león, o sea, yo le miré los ojos y me encontré de pronto allá, al fondo, toda la tristeza lúcida y resabiada de quien ha hecho muchas palmas y ha cantado muchas coplas mientras la vida le daba, por lo bajini, más cornás que un Vitorino loco. De pronto -y disculpe, maestro, si me meto en lo que no me importa- me pareció verle en las arrugas del careto, en las patillas y el pelo en caracolillo tras la oreja, en esos ojos tranquilos y zumbones, mucha cátedra de la vida y de la puñetera condición humana. De esa que tienen los viejos flamencos; la que nadie, le cuenta a uno sino que se aprende palmo a palmo, noche a noche mirando la vida desde el tablao, entre guitarristas y bailaoras de faralaes llenos de zurcidos, alegrándole la noche de sangría barata a rebaños de guiris que ni entienden lo que se les canta ni se les baila, ni maldito lo que les importa, o a señoritos de fino La Ina y pameses, bautizo en el cortijo, boda, despedida de soltero, cuéntanos otro, Chiquito. Esa mariquita que va por la calle. Ja, ja. Etcétera...(PERIODISTA DIGITAL)
1 comentario:
Ha sido sorprendente la admiración que ha sentido tantísima gente por Chiquito de La Calzada,que en paz descanse.A Arturo Pérez Reverte le gusta escribir tanto como salir con su barco a marinear.
Publicar un comentario