martes, 21 de noviembre de 2017

Las colas del proceso independentista.

Alguien dirá mañana que esto no tiene nada que ver con el proceso independentista y que es el Estado que quiere perjudicar a Cataluña.  Pero lo cierto es que este tremendo fraude de la independencia -el fraude que el independentismo se comete a sí mismo- ha sido letal para cualquier expresión de catalanidad relevante y exportable. El independentismo ha sido el asesino de Barcelona y la primera consecuencia del «procés» es que Ada Colau llegara a alcaldesa, cuando este indigente político, moral e intelectual en el que se ha convertido Xavier Trias decidió en 2015 rechazar el apoyo que le ofrecían PP, PSC y Ciudadanos para continuar siendo alcalde, y abandonó a Barcelona al populismo para preservar la estrategia de Artur Mas de pactar con Esquerrra la candidatura unitaria para las elecciones del mes de septiembre de aquel año.  Ahí empezó el espanto y lo que desde entonces el independentismo ha ido degenerando nos ha acabado de arrastrar. La derrota de ayer es la realidad que subyace bajo las chaladuras de un soberanismo que cree que negando los hechos podrá hacer como si no existieran.  El independentismo ha empobrecido, entristecido, desprestigiado y aislado a Barcelona. Si los independentistas fueran inteligentes, y no este colosal museo de la fatuidad provinciana, aprenderían de sus errores, los corregirían y tal vez algún día estarían en disposición de ganar. Pero están tan resentidos y desorientados, tan desesperados en todos sus naufragios, que no sólo no se dan cuenta de su calamidad sino que insisten en ella mientras nos sumen a todos en la depresión y en la derrota.(Sostres: ABC)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sostres tan pronto se pone borde como escribr estupendamente.No me da vergüenza decir que me he alegrado de que me he alegrado de que Barcelona fuera echada de este asunto.Cada vez que digo algo parecido me acuerdo de los catalanes no independentistas pero mi madre decía "que pagaban justos por pecadores" y la vida tiene muchas injusticias y tener a estos catalanes golpistas de vecinos es un gran castigo del destino.