corráis a la hora de reescribir la sentencia sobre el Estatuto de Cataluña. Tardad cuanto sea necesario. El señorito ZP y sus contubernios con el tripartito del gobierno de la Generalidad han colocado nuestra maquinaria en un pedregal. El Niño y sus amiguetes consiguieron el Estatut "leguleyamente" y ahora quieren que lo coronemos con nuestro dictamen en contra de los pardillos que, legítimamente, lo recurren; además, bajo la amenaza fascistoide de Catalonofobia y un cordón sanitario que achanta a los otros bobosolemnes; la Maritere ya me echó una bronca en público que no aguanto más. Así que, ¿sabéis lo que os digo?... Que se queden ellos con sus hechos consumados y su marrullería... Y el que venga detrás que arree...
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