invitan. Se lo he dado todo y más. Me he hipotecado para dejarlos contentos. Tapo las vergüenzas de mi partido, su corrupciones y marrullerías, sigo el dictado de los progres visitantes de la Moncloa y amiguetes lameculos del poder (creía que me sobaban a mi), ignorando a las altas instituciones que el estado tiene para asesorarme y a los científicos en beneficio de activistas sin currículum, he hecho ministras y ministros a gente que nadie en su sano juicio hubiera contratado para conserjes de su empresa, he enseñado a los parias de la tierra el camino para llegar al poder sin preparación ni competencia alguna, sin oposiciones y por el morro o por la cola, y ahora nadie me hace caso. Son unos desagradecidos.
1 comentario:
Gran comentario, pero inconmensurable el personaje demudado y perplejo de sí.
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