viernes, 14 de enero de 2011

El ministro Gabilondo, el metafísico de la inmersión por

empalamiento, cae en flagrante contradicción con las sentencias del Tribunal Supremo que tumban la teoría del Gobierno de que el modelo lingüístico catalán entraba "dentro de la Constitución", al decir que "pervierte el modelo constitucional". El Sr. Ministro defiende el modelo de inmersión sólo en catalán. Respalda así a sus compañeros del PSC que se habían comprometido con CIU a "ignorar la sentencia" y a "no tocar ni una coma" del actual modelo. Sócrates, Platón y Aristóteles deben estar asustados ante la monstruosa capacidad de seducción del poder y la fragilidad de algunos aficionados. Gabilondo se ha olvidado del cumplimiento de la ley y de la noble cicuta, arrastrado por el octavo sabio de Grecia ZP. ¡Filósofos del mundo uníos! ¡Fuera estos impostores!

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