lunes, 17 de enero de 2011

Ramón Jáuregui, en su consuetudinaria impostación

de la clericalla zapateril, more cristianos en plan sociata, niega que se vuelva al concepto discutido y discutible de la nación española para solucionar el problema de las autonomías (se inventan un mito y arremeten contra él en el morro de otros).
¿Adónde va este sacristán bobosolemne eludiendo el único problema que existe en democracia y en esta España taifada que son los ciudadanos? Los  ciudadanos exigimos libertad e igualdad en derechos y deberes para los constituyentes y para unas instituciones mínimas y siempre austeras. Queremos democracia, no enredos ni mentiras (de las que ha podido vivir largamente su termitero).

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