jueves, 20 de enero de 2011

Rojo está fuera de sí de gozo por las lenguas que

le han salido para hablar mejor y unos pinganillos para dar el pego, al margen de la Constitución y para hacer la pelota a los nacionalistas, pretenciosamente autócratas y arrogantes hacia la exclusión o el vampirismo. El Rojo y su secta desprecia la lengua común, machacada en las distintas comunidades que cuentan también con otra, volviendo a humillar a la famélica legión que no habla otra que la única común. ZP, inútil y bobosolemne reaccionario, careta del termitero socialista, ha promovido estos rejos neanderthalenses.
Rojo, que hay dos millones de familias en las que no entra un puto duro y los sociatas os entretenéis con versallescos juegos de satisfacción a las frivolidades y las prepotencias de castas retrógradas. Que habéis quitado los 420 euros a gente que no tiene otra entrada, ¡cínicos! ¡descaros! ¡ladrones! ¡sinvergüenzas! ¡canallas! ¡Pajín, ven que te diga fea!

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