Rivero, equilibrista político, conoce la importancia

de la palabra "desafección". "Me dicen que Rivero, que tiene unas Islas Canarias como unos auténticos zorros -paro, desinversión, desconfianza, pésimos servicios, inseguridad, etc.- pidió árnica al jefe del Estado y al jefe del Gobierno para transmitirle la “creciente desafección” de los canarios españoles y españoles canarioshacia el resto de la Nación.No tengo ni remota idea de que así sea -que puede ser-, pero tengo para mí que como el señor Rivero tiene poco que hacer, según me señalan, y dedica su tiempo a leer periódicos y ver programas de televisión, es muy posible que haya decidido aprovechar la ocasión para sacar ventaja del 'quilombón' catalán. Porque es justamente esa palabra, 'desafección', la que comenzaron a utilizar los rupturistas catalanes ya en tiempos del inefable e inútil Montilla que cometió el error histórico de aliarse con el famoso tripartito (PSC, ERC y IU) y de paso ser acariciado por el inmenso e inabarcable Rodríguez Zapatero. Esto se está poniendo gris. Mientras el resto del mundo civilizado debate sobre la energía, el agua, la educación, la sanidad, la cultura, aquí seguimos preguntándonos si somos galgos o procedemos directamente de la pata de Babieca. ¿Es de extrañar que el pueblo soberano siga atónito? ¡Pues menos mal que nos dijeron que éramos una unidad de destino en lo universal!" (El Confidencial).