miércoles, 15 de enero de 2014

Ha nacido Vox, un nuevo partido por una nueva

 derecha. Abascal ha explicado que quieren "contribuir a la regeneración desde el centro derecha de la vida política". Y se ha referido al hecho de que hoy no todos los periódicos lleven la noticia: "Eso tiene que ver" con las consecuencias de "la partitocracia, que llega a todos los rincones y afecta al ciudadano de manera insoportable".
Guillermo Dupuy reflexiona lo siguiente: Tras haber venido denunciando desde hace tiempo lo que he denominado "la corrupción ideológica del PP", no puedo más que mostrar la enorme simpatía que me produce la aparición de Vox y su pretensión de ser una alternativa regeneradora a la actual partitocracia desde el ámbito de la derecha liberal-conservadora.
Ahora bien, les engañaría si les ocultase la preocupación que, al mismo tiempo, siento del riesgo de fraccionamiento del descontento que causan los dos grandes partidos nacionales ante la irrupción de un nuevo partido que trata de canalizarlo junto a otros de reciente aparición como UPyD y Ciutadans.  Aunque no sea insensible a las diferencias ideológicas que puedan distinguir a Vox de las formaciones que lideran Albert Rivera y Rosa Díez, y aunque me sienta, de hecho, más identificado con lo que le he escuchado siempre a Santiago Abascal y a muchos que no tardarán en acompañarle, creo que, ante la crítica situación que padece España como nación y Estado de Derecho, esas legitimas diferencias palidecen y hacen mucho más relevante lo que estas tres nuevas formaciones tienen en común.

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