sábado, 25 de julio de 2015

Del oportunismo descreído, bobo y mamón se puede

esperar cualquier cosa. El asunto es liarla y enfangar la esperanzadora "indignación" con su inútil cabreo, quejumbroso, torpe y perezoso. El Kichi, ahora "limpio y planchaíto", puede ser anticlerical y cofrade, ¿qué más da? En definitiva, es el caldo de cultivo de la casta. En este caso, de una casta sin casta. "Siguiendo con la tradición municipal y familiar, el alcalde de Cádiz y líder de Por Cádiz 'Sí Se Puede' ha acudido a la imposición de la medalla de cofrade, aunque no le han acompañado ninguno de los miembros de su gobierno". 

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