tosquedad y miseria de unos brutos, ha incluido a Muñoz Seca en la lista de los franquistas que había que retirar del callejero de la veganza y el delirio con causas pendientes en su pútrida "memoria". "A Muñoz Seca, delatado por un cómico, lo asesinaron por leer el ABC, donde nunca escribió (y donde los milicianos del 36 hicieron un «Ere» de unos setenta empleados, entre Redacción, una veintena, y Talleres. Camba se les escapó, y ahora la venganza es quitarle la calle.)
Lo más « franquista » (?) del autor de «La venganza de don Mendo» fueron sus últimas palabras en la cuneta de Paracuellos, cuyo capataz presumía luego en Madrid de reloj del muerto:
– Sólo hay una cosa que no podréis quitarme: el miedo que tengo". (ABC)
- Por cierto, Pedraz, eso es humor negro.
- Por cierto, Pedraz, eso es humor negro.
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