miércoles, 15 de julio de 2015

El despreciable afán de encubrir la mezquindad,

tosquedad y miseria de unos brutos, ha incluido a Muñoz Seca en la lista de los franquistas que había que retirar del callejero de la veganza y el delirio con causas pendientes en su pútrida "memoria". "A Mu­ñoz Se­ca, de­la­ta­do por un có­mi­co, lo ase­si­na­ron por leer el ABC, don­de nun­ca es­cri­bió (y don­de los mi­li­cia­nos del 36 hi­cie­ron un «Ere» de unos se­ten­ta em­plea­dos, en­tre Re­dac­ción, una vein­te­na, y Ta­lle­res. Cam­ba se les es­ca­pó, y aho­ra la ven­gan­za es qui­tar­le la ca­lle.)
Lo más « fran­quis­ta » (?) del au­tor de «La ven­gan­za de don Men­do» fue­ron sus úl­ti­mas pa­la­bras en la cu­ne­ta de Pa­ra­cue­llos, cu­yo ca­pa­taz pre­su­mía lue­go en Ma­drid de re­loj del muer­to:
 Só­lo hay una co­sa que no po­dréis qui­tar­me: el mie­do que ten­go". (ABC)
- Por cierto, Pe­draz, eso es hu­mor negro.

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