martes, 14 de julio de 2015

La Generalitat (la Rigau) sigue manteniendo un doble

discurso en relación a la inmersión lingüística: por una parte, rechaza introducir el castellano como lengua vehicular escolar junto al catalán (ni siquiera en un 25%, como ha ordenado el TSJC); pero por otra, cada año incrementa el número de centros públicos que ofrecen clases bilingües, en catalán y en francés.  Esta flagrante contradicción viene produciéndose desde el curso 2010-2011, cuando empezó a aplicarse el programa Batxibac en Cataluña. Los institutos autorizados ofrecen, al menos, un tercio del horario lectivo en francés, además de las materias de lengua y literatura francesas y de Historia de Francia. En total, los alumnos reciben en esta lengua cinco asignaturas y unas diez horas semanales. Aquellos que completan este programa obtienen la doble titulación de bachillerato español y francés (baccalauréat). (CRÓNICA GLOBAL)

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