No olvide nunca el verdadero patriota que tan nocivos para España, o más aún, han sido quienes pusieron tronos a las causas como quienes ahora se enseñorean sobre las consecuencias, dispuestos a rematar la faena. Y, en este momento de oprobio, recuerde aquellas palabras de Vázquez de Mella: «El pueblo decae y muere cuando su unidad interna, moral, se rompe, y aparece una generación entera, descreída, que se considera anillo roto en la cadena de los siglos, ignorando que sin la comunidad de tradición no hay Patria; que la Patria no la forma el suelo que pisamos, ni la atmósfera que respiramos, ni el sol que nos alumbra, sino aquel patrimonio espiritual que han fabricado para nosotros las generaciones anteriores durante siglos, y que tenemos el derecho de perfeccionar, de dilatar, de engrandecer, pero no de malbaratar, no de destruir, no de hacer que llegue mermado o que no llegue a las generaciones venideras». El verdadero patriota debe luchar por restablecer ese patrimonio espiritual; y en ningún caso asociarse con los que lo malbarataron y ahora plañen jeremíacos" (José Manuel de PRADA ABC).
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