El Parlamento húngaro propone "desplegar al ejército en sus fronteras para intervenir en la crisis de refugiados y que incluye el uso de la fuerza no letal. Así, la ley permite al ejército el uso de balas de goma, dispositivos pirotécnicos, granadas de gas lacrimógeno y armas que sólo podrán utilizar si su vida corre peligro, según el texto publicado en la web del Parlamento de Hungría. Los soldados podrán comprobar la identidad y participar en el control fronterizo, así como bloquear carreteras o limitar el tráfico. El ejército podrá ser movilizado en las áreas donde el Gobierno húngaro ha declarado el estado de crisis, actualmente en seis provincias en la frontera con Serbia, Croacia y en parte con Austria. Otro aspecto de la nueva normativa autoriza a la policía a realizar, en colaboración con los servicios de seguridad nacionales, investigaciones en el extranjero en relación con los traficantes de personas y con el terrorismo en general.
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