Fue en diciembre de 1963. El gobierno de Franco, a través de una Circular del Ministerio de Gobernación, prohibió la crueldad con los animales en los festejos populares y, por tanto, la muerte del Toro de la Vega, que se celebra en septiembre en la localidad de Tordesillas. El texto enviado por Gobernación alertaba, recuerda El Norte de Castilla, sobre “ciertos festejos populares”, como el Toro de la Vega, Toro de Fuego o la Fiesta de los Gansos que “por ser causa de innecesario sufrimiento para los animales objeto de ellos, desdicen de nuestro nivel cultural y ofrecen, por tanto, un pretexto para que se organicen campañas de descrédito contra España”.
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