ante el atropello arrogante y ridículo de los nacionalistas, ¡gloria a los valientes! (a Garibaldi y a mi y a otros cuantos nos importa un pito la gloria, hay cosas que las tenemos que hacer por dignidad y por pelendengues). Dice el admirado profesor: "España ha sido defendida, en su historia, en su realidad y en su proyecto, en las calles habitadas por quienes disponen de menos recursos. Mientras en los barrios altos de Barcelona, la burguesía se dejaba seducir por el discurso de una independencia contable, quienes han padecido los efectos más duros de la crisis, quienes sufren los recortes pavorosos que se han producido en la sanidad pública catalana, acudieron en tromba a votar, en muchos casos por vez primera, porque esta vez tocaba defender de nuevo la voluntad de permanencia de España.
Han sabido, con ese vigor delconocimiento que no se deja engañar por la propaganda y es inexpugnable a la deformación, que nosólo se les estaba quitando bienestar, servicios públicos o derechossociales. Esos ya los han perdidobajo la gestión del nacionalismo.Han percibido mucho más: que lo que se les estaba expropiando ahora, después de todo lo demás, era su propia identidad cívica, "nacional, su rica fuente de derechos"..."(GARCÍA DE CORTÁZAR: ABC)
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