Acude a la cita unos minutos antes de lo acordado, expectante. Amable, se sienta sobre una silla y se coloca la zapatilla de media punta con la precisión de quien lo ha hecho desde los cinco años. La apuesta catalana de Pedro Sánchez para las elecciones del 20 de diciembre (el federalisme asimetric?) quiso ser bailarina antes que profesora de Derecho, antes que política. Rostro clásico, hablar sereno, ademán exquisito, anuda despacio la cinta y mira de frente, siempre a los ojos. La danza, como la política, dice, exige "tenacidad" y también "equilibrios"... (EL MUNDO)
- Yo creo que esta deliciosa pianista y bailarina cae en la misma querencia de los siervos de la gleba y de sus señoritos del socialismo perdido, como Pedrito, en sus ensoñaciones del XIX...
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