Una maestra sola contra el monstruo cobarde y matón.

"Es jueves por la mañana en Barcelona. Una multitud congregada ante el Palacio de Justicia vitorea a Artur Mas en su declaración como imputado. "Mas president, Catalunya independent!", gritan ante el pecho henchido de un hombre arropado por 400 alcaldes. A 14 minutos de allí, en la Plaza de Sant Jaume, una mujer se planta sola frente a la Generalitat con una pizarra negra y una tiza blanca. Era una profesora anónima de Lengua Castellana hasta que, en la semana del 9-N, dijo un "no" grande como el que ahora pinta en la pizarra. Muchos directores de colegios públicos de Cataluña se lavaron las manos; otros se entregaron entusiastas a la causa... Dolores Agenjo Recuero (Barcelona, 1955) fue la única que, desde la orfandad de su despacho en el instituto Pedraforca de Hospitalet de Llobregat, se negó a entregar las llaves del centro para que se convirtiera en sede electoral del referéndum prohibido por el Tribunal Constitucional. "No", insistió hasta cinco veces: quería una orden oficial, por escrito, que nunca recibió. Así que su colegio permaneció cerrado, como un domingo cualquiera". (EL MUNDO)