Llego tarde, lo sé, al debate sobre una sentencia que a estas horas ha vaciado los tinteros de toda la prensa española. Llego, además, para discrepar de la opinión dominante. El resumen de mi tesis es que me parece una sentencia sensata, proporcional y jurídicamente impecable. Conste que esto último no lo digo en absoluto porque me crea un experto en la materia -que no lo soy- sino porque me fío del criterio que me trasladan mis juristas de cabecera. Son tipos, créanme, libres de toda sospecha. Si fuera Isabel Pantoja tal vez no pensara lo mismo. Si fuera Francisco Correa se me llevarían los demonios. Si me hubieran utilizado como carne de escarmiento recogería firmas para mandar a los jueces a freír sus propias puñetas. Es evidente que en el caso Nóos se ha utilizado una vara de medir distinta a la habitual en los casos que llegan a los
No hay comentarios:
Publicar un comentario