Estuvo fino Carlos Herrera al comparar el súbito avejentamiento de Podemos con la progeria, también llamada enfermedad de Hutchinson-Gilford, una rareza que se manifiesta en los niños de entre uno y dos años de edad: Podemos en su segundo aniversario. Si ustedes se han fijado en los asistentes a Vistalegre II; eran menos y mayores. Ese esfuerzo de Posemos por mantener el aire juvenil les ha llevado al síndrome de Dorian Gray, nada que ver con las sombras de Grey, como podrían creer Pablo y sus chicas: lo que ha envejecido era el contexto, el cuadro que hace un par de años los retrataba tan lozanos: Vistalegre.
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