Puede que nunca lleguemos a estar del todo seguros de las auténticas razones que impulsaron a los hermanos Bosch a colocar a Darwin, con cuerpo de mono, en las etiquetas de su ya más que centenario anís. Pero ahí está. Desde 1898, año en que fue elegido el cartel (realizado por el pintor modernista Ramón Casas), el rostro del científico más famoso del mundo aparece en todas y cada una de las botellas del anís más famoso de España. Algunos sostienen que no fue más que un intento de ridiculizar al científico, el primero que se atrevió a decir que el hombre descendía de los monos, precisamente en el momento (finales del XIX) en que el debate sobre sus ideas era más violento. Y al parecer, los hermanos Vicente y José Bosch, los dueños de la fábrica de anís de Badalona, no eraan precisamente partidarios de la teoría de la evolución de las especies. Darwin, por otra parte, también apareció por esos años (en 1871) caricaturizado y con cuerpo de chimpancé en una célebre ilustración publicada por la revista Hornet.
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