La otra noche, para acabar el programa de debates que lleva en Televisión Española, Julio Somoano preguntó si veíamos alguna solución al Asunto. Naturalmente yo dije que sí, que el hombre acaba encontrando siempre soluciones y que en este caso las soluciones pasarían también por la cárcel. Es paradójico que la libertad condicional de Carme Forcadell y de varios integrantes de la Mesa del anterior parlamento pruebe que la cárcel es parte fundamental de la solución al asunto. Esta solución, debes recordarlo, no pasa por que de la noche a la mañana los xenófobos recobren alguna virtud moral, por que la malvada idea nacionalista deje de infectar el pensamiento y la conducta de demasiados catalanes y por que desaparezcan las perversas consecuencias políticas de todo ello. La política en Cataluña seguirá siendo una mala política, una política de calidad muy baja -solo hay que ver al lamentable Iceta preparando la reedición agravada de aquel tripartito donde empezó todo-, porque así sigue decidiéndolo un buen número de sus ciudadanos. (EL MUNDO)
1 comentario:
Si los políticos catalanes son de peor catadura moral que muchos catalanes,la sociedad catalana está distorsionada.Es que son como los nazis los golpistas e independentistas.
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