sábado, 24 de abril de 2010

Carrillo, oliendo ya a cadaverina, no renuncia

a los viejos usos del depredador y el carroñero. Sólo reconoce el error de haber cedido al estalinismo en el partido comunista. La ciudadanía le dio la oportunidad de reparar, compensar, rectificar y un abrazo generosamente compartido, al margen de su ideología totalitaria y golpista. Lamentablemente, todavía continúa teniendo vetas que usufructuar de la sedicencia ética, del totalitarismo, el golpismo y el crimen.

No hay comentarios: