lunes, 28 de noviembre de 2011

La importancia de llamarse Chaves en su cortijo

de Andalucía. La impunidad y arrogancia con que se exhibe el uso y abuso del poder como una autocracia cutre, endogámica y metastásica han despreciado y avasallado a los andaluces condenándolos al autodesprecio y a la servidumbre.
Chaves y su termitero rojo y aceituno: Los andaluces son el mejor pescaíto frito con un buen fino.

No hay comentarios: