hermano: "Era una fórmula de acoso integral que a veces se completaba con el asesinato. Para doblegarnos, para que no nos atreviéramos a ser libres, en algunos casos mataban. [...] Nosotros no queríamos entrar en la espiral de silencio [...]".
Mientras tanto, algunos "nos continúan helando la sangre" (Pilar Ruiz, su madre, a Patxi López) y mantienen el sordo colaboracionismo con el terror y el matonismo ambiente, alentado por los "heladores de sangre", encabezados por Eguiguren, Patxi, el Psoe rendido y sedicente dialogador, progre, con su cobarde, generoso y fatuo mesianismo, con ZP de adalid, el PNV recogedor de bellotas y de un poder miserable, las plañideras emocionadas por la disposición de ETA a dejar "la violencia" y una sociedad confundida con el terreno de la indignidad, el egoísmo y la locura, bendecida por una recalcitrante iglesia apóstata -no tan residual-, prepotente y en desbandada.
¡Gracias y gloria a nuestros constituyentes mártires, testimonio de una esperanza fundada en la libertad, la justicia y la dignidad!
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