sábado, 5 de octubre de 2013

Almudena Grandes arremete contra la juez Alaya.

Con afán de descalificarla y poner en entredicho su trabajo, la Grandes se queja de que que no tenga arrugas y sea tan guapa, cosa que no casa con un trabajo serio. Debe estar convencida de que ser fea, gorda, gruñona y desaliñada garantiza ofertas laborales como la suya. Todo sea para defender a sus compinches de la mafia sociata en Andalucía.

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