Mas anda intentando estirar su poder delante de la vicepresidenta, "la pequeñaja esa" de Sáez de Santamaría, pero es inútil, Mas no va a ningún sitio porque la tiene pequeña, y así no se va ni a la independencia ni a la vuelta de la esquina (ahora, el Junqueras la tiene todavía más chica). Así que la Soraya no le verá ni el pelo. Mas, aconsejado por su sirviente Homs, no podía soportar tanta humillación al emperador de la Cataluña de todos los tiempos. La cuestión no es cosa de protocolo. La verdad es que la tiene pequeña.
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