Una permanente presencia fraterna y la confección de una urdimbre de admiración y afectos es lo que consigue promover e interiorizar la complejidad de nuestras raíces culturales, pequeñas exposiciones y encuentros como un ambiente que debe hacerse cada vez más familiar. He aquí una muestra de la exposición en la Casa Sefarad-Israel, así como alguna de las actividades recientemente realizadas.
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