miércoles, 16 de octubre de 2013

El vicio de los "esclavopensadores" progres de exigir

que se pida perdón por el franquismo. Esa cegada necesidad de estos laicos revenidos de exigir rituales de culpa, castigo y perdón parece ser una forma tan excitante como residual de "agitación y propaganda" porque el acto de contrición que se pide para el perdón de los pecados no es un ritual fantasmagórico sino reparación, compensación y rectificación. Justamente es lo que hizo, por contrición o atrición, el franquismo moribundo dando paso a la democracia. La hipocresía bellaca con que se remite cierta izquierda y "laica" a un rito religioso que es algo más que una excusa para volver a dividir el mundo en buenos y malos, siendo malos los "otros", todavía permanece en el hondón miserable del holocausto, del crimen y la inquisición, y que continúa arrasando a quienes no piensan como ellos.
¡JUSTICIA QUIERO Y NO SACRIFICIOS! dice Yavé en el Antiguo Testamento. Pues eso: DEMOCRACIA QUEREMOS, MENOS FARFOLLA Y MENOS CUENTO.
(Hay tibios eclesiásticos que, como siempre, también con Franco, tienen la tentación de entrar en ese juego mentiroso y sacrílego).

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