sábado, 8 de julio de 2017

La frivolidad ante los pequeños hechos consumados.

La ikurriña, que se sepa y mientras nadie diga lo contrario, es la bandera identificativa de la Comunidad Autónoma Vasca. Si hay navarros que la tienen como suya, pueden marchar perfectamente a su comunidad vecina y salivar ante la exhibición que se realiza de ésta en uno y otro confín, público y privado. Mientras tanto, en los balcones municipales de la Comunidad Foral, las banderas que deben ondear son las preceptivas, a saber: la europea, la española, la navarra y la correspondiente a cada localidad. En un balcón de Pamplona no pinta nada la bandera estrellada que se han inventado los catalanes independentistas mediante el tuneado de su "senyera", a no ser que un particular quiera reivindicar desde su casa la independencia de Cataluña. Podrá parecer una idiotez, pero está en su derecho. Sin embargo, en el balcón del Ayuntamiento de Pamplona no es de recibo que se despliegue la bandera de la Comunidad vecina y, mucho menos, en lugar preferente (Carlos Herrera).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tiene mucha razón el gran periodista Carlos Herrera.La bandera vasca no tiene que ondear en Navarra.Tienen que ser perseguidos con la ley los alcaldes que coloquen la bandera vasca en la provincia de Navarra.A éstos no les debemos pasar ni una,admiradores de asesinos etarras,conflictivos y hay que convencerlos de que son navarros y no vascos y que no les pasaremos ni una.