Que aten a ZP, que lo detengan como Ulises

mandó que lo ataran, pero al revés, para no caer sobre las sirenas y armar un estropicio mitológico, él que tenía la determinación de volver a Ítaca. "Que lo detengan, es un mentiroso, malvado y peligroso, yo no lo puedo controlar" (David Civera). El problema no es que se deje seducir por cualquier bobada, que también, sino que, si lo sueltan, se disparata. José Luis Rodríguez Zapatero (marginando y dejando en ridículo al ridículo Solbes) ha decidido presidir la Comisión Delegada de Asuntos Económicos que se celebrará el próximo miércoles, día 13, víspera del Consejo de Ministros extraordinario convocado para analizar la situación económica española (y más en concreto "sus" compromisos con la Comunidad Catalana). El tipo, en plan milagrero y superman, es capaz de sacarse de la manga o de su rostro pálido, un disparate como el Estatuto de Cataluña, quedarse tan ancho y los que vengan atrás que arreen. Que lo detengan, por favor.