martes, 1 de octubre de 2013

El Juli entra a matar... La divina fuerza de la

naturaleza del toro se enfrenta al poder divino del torero, jugándose el todo y la nada, en el ruedo, abducidos todos sus devotos en un rito de regeneración. Era la tarde de San Miguel en la Maestranza. Aunque bien presentados, no hubo toros y los dioses no quisieron hacer milagros.

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