martes, 16 de diciembre de 2014

Me dice Garibaldi, desde el desconsuelo:

"A veces, los procesos históricos, las peores pesadillas y los movimientos más retrógrados, se presentan como signo de los tiempos y enfoques socialmente progresistas. Lo más caduco parece moderno y lo más obsoleto aparece como tendencia libertadora. ¡Cuántos peligros nos acechan!... Un discurso de desobediencia ha calado en mucha gente por estos lares sobre la mentira del derecho a decidir... Cuesta mucho estar en el equilibrio de las formas, en el respeto a la ley democrática y en la madurez".
- Es descorazonador contemplar el triunfo de la arrogancia y el egoísmo, de la miseria pútrida desde dos extremos, los amos y los esclavos, los señoritos y sus vernáculos. Pero, aquí estamos y no podemos renunciar al enfrentamiento contra tanta villanía y devolvernos a la condición de ciudadanos con la verdad.
Amigo Garibaldi, tal vez tengamos que continuar luchando humildemente en nuestro barrio y dejando gritos por las esquinas sublimadas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

En la cuestión de la independencia de Cataluña,comienza a parecerme que el PP tiene tantos miedos a evitarla,que sólo se evitará hasta las próximas elecciones generales.Los fanáticos secesionistas la declararán unilateralmente y se tiene miedo a lo que se vea desde fuera de España.Debe importar un bledo a lo que opinen los extranjeros,sobre este asunto.(Mac).