Les suelta mientras están en un coche, desde la ventanilla, que su "grupo del terror" está "maldito" y que "sus almas no irán con Dios. Sois unos demonios".
"Les puedo jurar que nada de lo que han hecho ha estado en el camino de Dios".
Uno de los militantes conversa tranquilamente con la mujer y le pregunta si "todo está bien" entre ellos, pero la mujer ignora su intento de justificar la brutalidad con la que el Estado Islámico se comporta y añade que el grupo "mata a otros como si fueran burros".
La valiente anciana les urge a que "regresen al camino de Dios".
El militante pregunta a la mujer qué provocó su ataque verbal e intenta justificar sus violentas y sangrientas acciones en Medio Oriente recordando sus recientes sesiones de rezos y alabanzas.
La mujer ignora sus palabras y les grita que "su brutalidad nos está llevando hacia atrás en lugar de evolucionar" (PERIODISTA DIGITAL).
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