miuras) a reclamar su particular arreón, cornada o moquetetita... Estos bastardillos, que no revienten la ilusión con sus particulares querencias. Que se sometan a la voluntad ciudadana que ha hecho posible el fulgurante ascenso del partido, que tengan sus representantes en el Comité de Pactos, si es preciso, pero que no se emborrachen con un triunfo que sólo está en manos de sus votantes, para quienes cualquier veleidad de sus líderes, los puede hundir, humillantemente, por tierra y hacer que se quiebre la esperanza... Dice LA RAZÓN: "Presidencialista al máximo, intervencionista y demasiado dirigido desde Barcelona. Así se expresan ya muchos cargos electos de Ciudadanos, bastante críticos ante la hoja de ruta inflexible fijada por Albert Rivera para los pactos electorales tras las pasadas elecciones del 24-M. «Una misma línea para todos no es buena». La frase corresponde a algunos ya diputados en potencia en comunidades autónomas como Madrid, Murcia, La Rioja y Castilla-León, donde la formación naranja es decisiva para poder formar gobiernos estables. Critican que las líneas maestras del citado documento se han fraguado en la dirección del partido catalán, al margen del resto de las regiones. Y la primera contestación surgió en Andalucía, con la desautorización a Juan Marín, partidario de favorecer la investidura de Susana Díaz.
Para muchos dirigentes, es este un Comité que manda y no escucha las propuestas de los cuadros regionales. «Nosotros ganamos, nosotros decidimos», aseguran muchos de estos recién elegidos que tienen la llave de gobierno en comunidades autónomas y municipios. Por el contrario, desde la dirección de C’s aseguran que el Comité es flexible y darán «luz verde» a los pactos en función de las exigencias programáticas del partido" (LA RAZÓN).
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