los peñazos subvencionados españoles es apostar por Belén Esteban contra Antígona". Gabriel Albiac en su columna de ABC, titulada 'Una de vaqueros' arranca diciendo: "Puede que, a lo mejor, John Ford no fuera Dios. ¡Vete a saberlo! Pero es lo más parecido que yo tuve ante los ojos. Películas de vaqueros. Sin ellas, mi infancia hubiera sido un asco"... Son el cine. No un género. El cine. Contraponer a eso los peñazos subvencionados de los últimos treinta años españoles es apostar por Belén Esteban contra Antígona. O sea, lo de todos los días. O sea, la partida lúgubre en la cual realizador y espectador juegan a ver quién hace más idiota al otro: PODEMOS, dicen. Claro que pueden. Y concluye Albiach: «Películas de vaqueros» , dice el tipo (Pablito Iglesias). Con esa petulancia del que vive en la inopia. Películas de vaqueros, chico. Cine. Y tú puedes ir largándote a freír monas. Y subvenciones".
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