Rompiendo literalmente en pedazos la interlocutoria judicial, el Ayuntamiento de Badalona consumó ayer miércoles su desafío. Pasaban las ocho y media de la mañana cuando dos integrantes del gobierno municipal -una alianza entre Podem y la CUP- anunciaban que no pensaban acatar el auto que les conminaba a no abrir las dependencias consistoriales La pretensión de declarar «laborable» el Día de la Fiesta Nacional en Badalona fue recurrida por la Delegación del Gobierno en Cataluña, y la Justicia acordó la suspensión de cualquier medida encaminada a abrir las puertas.
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