martes, 27 de junio de 2017

El indígena y cebollino Lupiáñez.

Por es­to (y otras co­sas) el PSOE no le­van­ta ca­be­za. Tiene Blanes (Gerona) un alcalde de apellido Lupiáñez al que habría que embalsamar como al Negro de Bañolas, aquel bosquimano al que los hermanos Verraux, insignes taxidermistas, disecaron para convertirle en atracción del Museo Darder. Lo que le hicieron al bosquimano no tenía nombre, por lo que su cadáver fue repatriado a Botswana, donde fue recibido como un héroe. El Negro de Bañolas era de la etnia san, mientras que el blanco Lupiáñez es de la etnia de los socialistas catalanes, estirpe política que, de tanto en tanto, nos sorprende con la irrupción de algún dirigente al que habría que encerrar en una vitrina de cristal. Ha dicho Lupiáñez que no hay nada que una a Cataluña con España, porque sus diferencias son tan grandes como las que separan a Dinamarca de Marruecos. Lupiáñez cree que los valores de progreso, esfuerzo y dinamismo de la sociedad catalana son incompatibles con los del resto de España, de lo que cabe inferir que Cataluña se mueve en la estela de los países nórdicos (de ahí que Francesca Guardiola, hermana de Pep, sea embajadora catalana en Copenhague) y nosotros en la del Magreb. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Éste Lupiañez es un ejemplo de que en el Psoe que abandonó el gran socialdemócrata José Luis Corcuera hay mucho estúpido mentecato,
falsificando la historia,inyectando odio a lo español,hablando con falta de neuronas,con el bulbo raquideo,
tipos insensatos,sin sentido del ridículo,en competición a ver quién dice la mayor barbaridad con el atrevimiento de los fanáticos.
Cataluña es España y tiene que seguir siendo parte de España cueste lo que cueste.Si estos tipos supieran claramente que no cederemos en este empeño
constitucional,no dirían tanta sandeces.