"La mejor protección de la convivencia son las normas que la amparan. El respeto a esas normas, en democracia, no es una amenaza o una advertencia para los ciudadanos, sino una defensa de sus derechos", dijo el rey. Y me gustaría mucho poder decir que tiene razón. Por desgracia, sólo la tiene en el plano del deber ser. ¿Acaso es un mensaje creíble, por ejemplo, para los catalanes que quieren hablar con los poderes públicos en castellano, rotular sus negocios en castellano o escolarizar a sus hijos en castellano? ¿Cuánto tiempo hace que esas leyes que en teoría defienden sus derechos dejaron de aplicarse por desistimiento del mismo Gobierno que le hizo decir al rey que debíamos abrazarnos a ellas?
1 comentario:
Las palabras del Rey tienen buen tonillo como dijo Ana Oramas al leninista Pablo Iglesias,pero como dice Albert Boadella,ilustre catalán y español,en muchos lugares de Cataluña ya no se aplica la ley española y por tanto tampoco la catalana cuando están obligando a que si pudieran,se prohibiría el idioma español,uno de los grandes idiomas del Mundo,en Cataluña.
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