Sólo los constitucionalistas pueden hacer posible que Pachi sea presidente de la Comunidad Autónoma del País Vasco. Pero Pachi sabe que su mayor competidor es el PNV (encima, más embravecido en plan golpista). La única manera de sorprenderlo es desarmarlo haciéndose más nacionalista que los nacionalistas, como Montilla en Cataluña. Pero, claro, tiene que contar con el PP de tapadillo y el PP reclama políticas constitucionalistas. Puede contar con los acomodaticios restos de Ezquer Batúa... Para manejarse en este laberinto tiene un modelo resistente, ZP, el poder "como sea" y "con quien sea", engaño y regate corto y, sobre todo, para mantenerse en él, la obcecación sociata, con apariencia de convicción. El ansia de poder y el enquistamiento en los carguetes de las familias o clanes del partido, en medio barbecho desde tanto tiempo en el País Vasco, son una motivación insistente capaz de casarle con cualquier pacto o color (recuérdese el recurrente pastiche de Baleares)... A Rosa Díez no la puede ver ni en pintura porque es el espejo que refleja la otra cara de un partido oportunista y descarado, sin criterio ni conciencia ciudadana. Entre la mentira y el descaro.
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