viernes, 1 de noviembre de 2013

La Conferencia Episcopal Tarraconense se queja de

 13TV. Dice: "Más en concreto, creemos que produce un grave escándalo en muchos miembros de la comunidad católica de nuestras Diócesis y también en nosotros mismos, el hecho de que el Canal de televisión 13tv, que ha de respetar a las personas y a las instituciones según su ideario, en algunos de sus informativos y tertulias, opte por el desprecio, la descalificación e incluso el insulto. Pedimos que este medio televisivo sea siempre un factor de comprensión y de diálogo responsable y fructífero. "En las actuales circunstancias es muy conveniente que todos hagamos un esfuerzo por defender y promover una cultura del respeto, la tolerancia, el diálogo y la solidaridad entre las personas y los pueblos, como enseña repetidamente la Doctrina Social de la Iglesia."
La ceguera acomodaticia de esta Conferencia Episcopal, ante la que Jesús nos diría "haced lo que os dicen pero no hagáis lo que ellos hacen" como hizo con los fariseos e hipócritas, nos recuerda la conducta que se reprocha con frecuencia a los cristianos. Entregada al nacionalismo, haciendo la vista gorda con sus propios pecados y protagonizando un pastoreo gañán, arremete contra quienes necesitan defenderse de tanto atropello. 

Mientras tanto, en la iglesia de San Juan Bautista de Pueblo Nuevo se exhibe la estelada y la convocatoria a la Asamblea por la independencia, como en tantas otras... 
y en TV3, por citar un modelo de los muchos comandos independentistas practicando el matonismo, una sórdida autoerotización identitaria, la "Casa Nostra", y todo tipo de xenofobias (BENGALAS ha tenido oportunidad de denunciar estosatropellos en diferentes ocasiones).
Sin embargo, el modelo que sigue no lo aprueba BENGALAS:
Más aún cree conveniente traer la siguiente documentación:

En noviembre de 2002, la Asamblea Plenaria de la CEE aprobó con 63 votos a favor, ocho votos negativos y cinco abstenciones el  documento Valoración moral del terrorismo en España, de sus causas y de sus consecuencias. Cuatro años después, en noviembre de 2006, también la Asamblea Plenaria de la CEE, con 63 votos a favor, seis “noes”, tres abstenciones y un voto nulo –una indiscutible mayoría cualificada, en ambos casos- ratificó la instrucción pastoral Orientaciones Morales ante la situación actual de España. Once y siete años después, ambos textos, del máximo rango y del máximo organismo colegial de la CEE, siguen en vigor, siguen siendo una válida y luminosa guía para tener criterios sobre las distintas coyunturas del panorama político español, no desde posiciones partidarias, sentimentales, fosilizadas e ideologizadas, sino desde la fe cristiana y desde la doctrina social de la Iglesia. Es más, cuando en octubre de 2012, la Comisión Permanente de la CEE aprobó la declaración Ante la crisis, solidaridad, con su anexo final titulado Sobre los nacionalismos y sus exigencias morales, la votación registró otra mayoría más que cualificada: 17 votos a favor, cuatro abstenciones y ningún voto en contra.    El principio del bien común es el hilo conductor, el reclamo y la apelación constante de estos pronunciamientos de la CEE. La doctrina, ahora en concreto, del documento de 2006 sobre los nacionalismos y sus exigencias morales (números 70 a 76) se nutre además de la otra emblemática instrucción pastoral colectiva de nuestro episcopado, la de 2002, y a cuyo número 35, sobre el  nacionalismo y la  convivencia de todos los españoles, remitimos de nuevo.   La Iglesia no entra en confrontaciones o debates políticos y partidistas. La Iglesia nada tiene que decir acerca de las diversas fórmulas políticas posibles y de modos concretos de la configuración de los Estados. La Iglesia, que reconoce la legitimidad de las  posiciones nacionalistas, siempre que no recurran a la violencia o a métodos ilegítimos, recuerda también que sus propuestas «deben ser justificadas con referencia al bien común de toda la población directa o indirectamente afectada».

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