incluso cuando Albert Rivera va adquiriendo más espalda y consistencia política, incluso a nivel nacional con su propuesta de la plataforma de Movimiento Ciudadano. Esa distancia es un error que molesta a quienes hemos sido militantes, concretamente de Ciudadanos y éramos alentados por Rosa y Savater a la construcción del Partido de la Ciudadanía (recuerdo la efervescencia del Tívoli) y exigíamos la colaboración de ambos proyectos políticos que irrumpían con fuerza y un nuevo aire de regeneración democrática para España. En nombre de Ciudadanos nos movilizamos con la intención de promover un único partido esperando la configuración de UPyD. Quisimos mantenernos unidos desde las dos orillas. UPyD fue más rápida. Procuré todavía la posibilidad de trabajar juntos, de forma que el grupo unido primordial mantuviera un espíritu de colaboración entre quienes nos mantuvimos militando con Ciudadanos y simpatizando con UPyD. Esa labor fue definida como la del "Topo", función que desde la colaboración y el apoyo pasó a la desconfianza y al disgusto de los referentes organizativos de ambas formaciones. Se me segó la hierba bajo los pies como coordinador de Ciutadans en Canarias y escogí la libertad del simpatizante de ambas formaciones procurando siempre su difusión y defensa.
Me he adherido al Movimiento Ciudadano. Rosa Díez ha sido imprescindible hasta ahora, como defendí entre Ciutadans en su momento, arriesgadamente. A pesar de todo, participé en las listas de Ciudadanos en Madrid con el apoyo de su Secretario de Organización, mi amigo el arquitecto José María Serrano.
Hemos de superar las contingencias de los conflictos de liderazgo y de poder que una auténtica voluntad democrática debe conseguir. La convergencia y la colaboración de ambas fuerzas la reconoce ya hasta Savater, cosa que recuerda el persistente e ilusionado Albert Rivera.
El Movimiento Ciudadano es una oportunidad que no nos podemos perder. ¡Compañeros, la patria nos necesita!
Me he adherido al Movimiento Ciudadano. Rosa Díez ha sido imprescindible hasta ahora, como defendí entre Ciutadans en su momento, arriesgadamente. A pesar de todo, participé en las listas de Ciudadanos en Madrid con el apoyo de su Secretario de Organización, mi amigo el arquitecto José María Serrano.
Hemos de superar las contingencias de los conflictos de liderazgo y de poder que una auténtica voluntad democrática debe conseguir. La convergencia y la colaboración de ambas fuerzas la reconoce ya hasta Savater, cosa que recuerda el persistente e ilusionado Albert Rivera.
El Movimiento Ciudadano es una oportunidad que no nos podemos perder. ¡Compañeros, la patria nos necesita!
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