Fátima, una joven de origen marroquí afincada en Barcelona desde hace más de 10 años, llevaba tiempo sin tener noticias de su amigo Hassan. Lo último que sabía de él, de hace tres o cuatro meses, es que se había ido a algún país de centroeuropa, suponía que a buscar trabajo. Pero el domingo 21 de diciembre, casi a la hora de comer, Hassan, de 23 años, contactó con ella por Whatsapp. Le llamaba para despedirse.
1 comentario:
Me pregunto cómo es que no se explica una y otra vez,que El Corán no habla de Guerra Santa.Hay que insistir en las enseñanzas que contrarrestren las falsedades,pero sin ceder ni un ápice,como las mentiras de los secesionistas catalanes.(Mac).
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