Hemos vuelto a las calles de Horta y todavía rezuman
las viejas luchas, los delirios y la esperanza bullendo entre tanto sacrificio y desencanto..
La democracia o la hacemos todos o caerá en manos de oportunistas y carroñeros, como
el miserable nacionalismo y el revenido y pútrido estatalismo de promesas y sueños tomados al asalto y vacíos.
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