miércoles, 25 de mayo de 2016

Cuando los símbolos acaban entendiéndose como

hechos jurídicos, libres de polvo y paja, lejos de los referentes identitarios y de las emociones que los justifican, como elemento icónico que recuerda y automatiza la voluntad de convivencia de los constituyentes, cuando pueden ser atropellados por otros símbolos "partidistas" en las instituciones que nos representan a todos y a nuestra democracia, estamos sirviendo en bandeja municiones contra  el cuerpo identitario fundamental. La patria que se constituye en la voluntad general es sagrada. Cualquier menoscabo de ese principio conduce a la lenta degradación de la eficacia de las leyes, a la sedición y al golpe y quien lo tolera o consiente empieza a engrosar el cuerpo de los traidores. Ese delito no es menor, de forma que pueda confundirse con una falta de educación, un descuido o con el mal gusto... Son hechos de extrema gravedad y trascendencia. Más cuando quienes los cometen lo hacen conscientes de esa extrema gravedad y trascendencia con la voluntad de doblar el poder del Estado, vía hechos consumados, ante unas autoridades cada vez más desarmadas y cobardes (vergonzantes colaboracionistas). 
Un Tribunal Supremo que pierde estos referentes ha perdido, como mínimo, el sentido de su existencia. Así que BENGALAS celebra el coraje de la Delegada del Gobierno de Madrid, aunque haya sido desautorizada por un gobierno torpón y cobarde (Sarkozy actuó con muchísima mayor decisión y contundencia en lo que pudiera ser una incipiente gamberrada). BENGALAS RECHAZA comentarios como ”No creo que las estelades inciten al odio, a la xenofobia o al racismo”... coincidiendo  con la sentencia que dictó el Tribunal Supremo respecto a la presencia de estelades en establecimientos públicos en cuanto a que son una enseña partidista pero que no incitan al odio o a la discriminación”.  Las esteladas, aparte su mal gusto y sórdida falta de creatividad, se han constituído en una de las gotas que colman el vaso del atropello, del odio, del desprecio y de la discriminación hacia cuantos ciudadanos y constituyentes nos creíamos amparados por la ley y por un Estado de Derecho cierto. Los matones campan a sus anchas y ladrones como Pujol exhiben su cinismo y corrupción impune coronándose ya de independencia. Los muros de la patria mía...

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