desde los tiempos de Zapatero pasando por su actual secretario general, Pedro Sánchez: Supongo que la disolución de las Cámaras y la convocatoria de elecciones nos darán al menos un mes y medio de respiro hasta el comienzo formal de la campaña. Cuando hablo de respiro, me refiero a un previsible descenso de la chulería alucinada de la izquierda, que ya iba alcanzando niveles de peligrosísimo disparate. Y me explico: la bolchevización de la cúpula del PSOE no es un fenómeno insólito en la historia española. No hace falta retroceder a la Guerra Civil para comprobarlo. El zapaterismo está aún muy reciente. Pero en el caso de Zapatero el viraje hacia la extrema izquierda partía exclusivamente de un desarreglo hormonal idiosincrásico. En efecto, el PSOE no necesitaba asaltar las sedes del PP el día 13 de marzo de 2004 para ganar las elecciones del 14.
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