
Derrida lo dice– corre el riesgo de no ser nada, pero no sería nada sin ese riesgo. ¿Qué riesgo corre Ada Colau insultando a la Policía con un poema de Bukowski? Ninguno, porque sabe que no sólo la Policía no va a responder, sino que igualmente cumplirá con su misión de defenderla si en algún peligro se encuentra. Es de cobardes atacar a quien sabes que no va a defenderse, y el mayor defecto del populismo es precisamente la cobardía, esta cobardía fundamental y despreciable que lleva a la alcaldesa de Barcelona a arremeter contra el sistema que garantiza su derecho a quejarse. Porque, así como nuestro modo de vida libre permite que los populistas expresen sus demencias, en el totalitarismo venezolano que Podemos y sus marcas blancas quieren importarnos cualquier disidencia está castigada con la cárcel e incluso con la muerte.
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