viernes, 20 de mayo de 2016

En la tribu de las mujeres que se casan con mujeres.

De una humilde vivienda en construcción, donde varios ladrillos secan al sol y decenas de mazorcas esperan a ser desgranadas, aparece un anciana mujer. Sus arrugas cuentan más de siete décadas y su mirada permanece fija e interrogante. Su nombre es Ntamwell Chacha, su marido murió hace más de 30 años y también sus dos únicos hijos varones.Pero la viuda no vive sola. Al poseer una buena casa y un pequeño terreno, Chacha no quería perder su patrimonio, por eso hace 15 años decidió casarse con una mujer más joven que le diera hijos que pudieran heredar sus tierras. Desde entonces ambas viven con tres hijos en armonía. "Fue ella la que me propuso que nos casáramos", cuenta a Crónica mientras vigila que el benjamín de su prole no salga de la propiedad. (EL MUNDO)

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