miércoles, 2 de agosto de 2017

De rufianes y zopencos.

Alfonso Rojo nos cuenta que "Cuando se celebre en España, que todo se andará, el «Día del Orgullo Gilipollas» no van a caber en la calle. Y al frente del desfile irá Alberto Garzón, el mismo que acaba de equiparar la denodada lucha de los demócratas venezolanos por la libertad con el golpe de Estado del general Pinochet. Tonto del todo no es, pero a sectario hay pocos que ganen al líder de IU en el panorama español. Y todo con voz de penitente, aspecto de mosca muerta y el aplauso baboso de un sector del periodismo nacional, que si logra separar el grano de la paja, se queda casi siempre con la paja. Lo de Garzón, que celebró emocionado en Twitter la excarcelación de asesinos etarras y critica el tratamiento que la Prensa al «paripé» de Maduro, no es un caso aislado. Tampoco una excentricidad al estilo de las de tarugos...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

A este tipo comunista e ignorante hay que recordarle a menudo los millones de asesinados por Stalin y Lenin,sus referentes comunistas.Este Alberto para oírle las machangadas que dice hay que tener una paciencia del Job bíblico,es como un castigo tener que escuchar a este Garzón.

Anónimo dijo...

"Lo aseguro:en Loreto yo era la monja más feliz del mundo.
Me gusta enseñar.
Quería mucho a mis alumnas y metía querida por ellos.
En 1946,mientras me dirigía en tren a Darjeeling para hacer ejercicios espirituales,sentí una llamada a dejarlo todo y a seguir a Cristo en los suburbios para servir a los Pobres más pobres". (Madre Teresa).

Anónimo dijo...

"En Loreto mi trabajo consistía en la enseñanza,que en sí misma era un auténtico apostolado por Cristo.
Abandonar Loreto representó para mí un gran sacrificio". (Madre Teresa de Calcuta).